domingo, 17 de octubre de 2010

Días tranquilos



Todos los recuerdos están llenos de miradas, caricias, besos y sonrisas. Se hace inevitable que, al intentar rememorarlos, se repitan ciertas palabras infinitas veces aunque supongo que todo eso es lo que hace de los recuerdos, recuerdos maravillosos.

Espero que entiendas que es un escrito, que nada cuadra y que la realidad no la roza ni de cerca pero... no es mi intención la de crear un diario, así que disfruta de mi alfombra mágica:



Aquí va un mensaje en una botella, una pequeña imagen escondida de todo el mundo, un susurro inapreciable. Esto no es más que un rápido vistazo al pasado, encontrar uno de los pétalos de las rosas que marchitaron a nuestro lado, una lágrima saboteada.

Miraste una última vez tu reflejo antes de apagar la luz del baño, ibas preciosa y lo sabías, hasta tu sonrisa deslumbraba. Recuerdo esa sonrisa, no fue la única vez que te vi sonreír así: la conseguías cada vez que te besaba en la mejilla, cada vez que, mirándonos a los ojos, te sonreía yo primero y, en general, cada vez que estábamos juntos. Con esa sonrisa que se dibujaba aún más en tu mirada que en tus labios saliste a recogerme al coche, donde yo aguardaba jugando con un gatito blanco demasiado curioso.

Oteaste alrededor rápidamente y, sintiéndote un espía del Kremlin, juntaste tus labios con los míos en un furtivo beso y, después, otra profunda mirada mezclada con un abrazo. Una vez en movimiento nos saludamos formalmente y nos hicimos la pregunta de siempre: ¿Qué te apetece hacer?




A partir de ahí todo se difumina. Recuerdo la luna llena, el fresco al pasear, nuestras manos aprendiéndose mutuamente, nuestras preocupaciones y trasnochar de forma peligrosa. Recuerdo música de fondo, atardecer contigo y amanecer solo. Relatar en mi cabeza y olvidar tras la siguiente curva.



Tan sólo tú y yo sabemos el miedo que nos tenemos, todo lo que nos respetamos y las idioteces que somos capaces de hacer. Tan sólo tú y yo sabemos que la lógica no siempre es la mejor opción. Tan sólo tu y yo. Tan solo yo.

Irreal, siempre igual. Esconderé la mano para que no la veas, guardaré siempre un as en la pechera. No dejaré que me descubras ni que me quites la careta, no hasta que tú te dejes.
-----

No puedo describirte tanto como me gustaría, supongo que eso me da mucha más libertad. Te dejaré como una incógnita: de espaldas.
Probablemente sonreías, cerrabas los ojos al sol y disfrutabas del viento salado. A lo mejor llorabas; o incluso estabas gritando, no lo sé. A lo mejor no eres más que una imagen al azar de algún buscador. Desconozco si alguna vez fuiste real pero, siendo sinceros, ¿eso qué importa?

6 comentarios:

  1. Bonito relato, me ha encantado, es muy muy muy bonito!ya es la tercera vez q lo leo.¿real o irreal? me dejas con la intriga de la foto...jeje
    un besin calex :)
    /Miriam/

    ResponderEliminar
  2. Voy a salvar un gato, y ya de paso dejarte otro regalo por aquí (creo que te tengo demasiado mimado estos días... se va a acabar eh! jajaja)

    Bueno perla pasate por mi blog, que tienes una cosilla interesante que ver ;). Y bueno, ahora te toca a ti elegir tus 4 blogs jejeje. Un besote!

    http://crucedeveredas.blogspot.com/2010/10/premios-sorpresa.html

    ResponderEliminar
  3. Cada relato me gusta más que el anterior. Felicidades.

    ResponderEliminar
  4. Voy a escribirte para salvar otro gatito mas...

    ResponderEliminar
  5. Te queremos gatito... porque?

    Porque eres Fuerte.
    Porque eres Rijoso.
    Porque eres Embaucador.
    Porque eres Enorme.
    Porque eres Divertido.
    Porque eres Omnipresente.
    Porque eres Natural.
    Porque eres Entusiasta.

    y sobre todo porque eres... un chico FREEDONE.

    ResponderEliminar
  6. Gracias a los 6, y un guiño a la pareja por imaginativos! jeje. Miriam, ya te lo comenté en directo, Laura, ya te di tu respectivo beso (también en directo). Batman, gracias por seguirme. Anónimo, el gatito te lo agradece. Pareja, nos vemos mañana!

    Un beso gente, espero actualizar pronto

    ResponderEliminar