Golpes profundos en el pecho acompasados con la presión intracraneal que aplasta mi escuálido y destrozado cerebro. Por mucho que busque no encuentro la enfermedad que se ajuste a estos síntomas intermitentes de malestar general, nada que me explique esos nudos en la garganta que se agudizan al caer la noche, nada que me haga entrar en calor cuando tirito agazapado sobre mi cama.
Si amaneciera... ¿si espero a ver las luces del alba acaso me encontraré mejor? Escucho un triste punteo reposando en La menor que no me deja respirar, escucho el cantar de los gorriones dando el saludo a la mañana, escucho mi propia sangre llegar una y otra vez hasta mis ojos agotados.
Vuelvo a escribir sin sentido, vuelvo a escribir por plasmar mis pensamientos, vuelvo a escribir para intentar desahogarme de esta enfermedad. Golpe, caja, golpe, caja. Maldito ritmo latente, maldito corazón que no te paras, maldita noche que no acaba. Allá donde no llega el ocaso, tierra sagrada de luz perpetua, país llamado felicidad... ¿dónde te encuentras? ¿Dónde residen aquellos que te alcanzan? Disociación... así le llamaron... Axel... ¿así vivirás siempre? Al menos no estoy solo, y parece improbable que lo vaya a estar en algún momento. Alter ego, escúchame bien cuando te pida silencio, vete cuando te lo exija, aléjate de mí cuando sepas que lo necesito, por favor, aléjate. No hay manera saludable de escapar, lo sé, pero todo se compensará algún día.
Todo se compensará algún día, ese es mi sueño, esa es mi consigna, por mi emblema no decaigo.
Las primeras luces se acercan, la claridad me atrapa y... todo sigue igual.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Si amaneciera
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si amaneciera sin tiiiii yo no sé qué sería de míiiiiiii.....
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