Abrió los ojos demasiado tarde, ninguna alarma lo despertó, ningún timbre sonó esa mañana avisándole de que perdería el vuelo. Miró el reloj para asegurar su fracaso. Triste y legañoso arrastró los pies por el suelo hasta la ventana en un vago intento de, oteando el cielo, encontrar el rastro de humo dejado por los reactores del avión.
Buscó esa estela como Hansel y Gretel sus migas de pan y encontró, como suponía, no más que unas cuantas nubes que se jactaban, amorfas y divertidas, de la estupidez suprema de su voyeur particular... Al menos eso fue lo que pensó que debían estar hablando entre ellas - ¡Criticad a vuestra puta madre! - Cerró las cortinas con rabia y maldijo su suerte un par de veces más antes de llegar hasta el sofá. Impotente y frustrado se encendió un cigarrillo con el que tranquilizarse. Con la cabeza entre las manos, la mirada baja, una lágrima rozando su nariz y sin saber qué hacer tomó aire profundamente, suspiró como un caballo y masculló penosamente: "Adiós y hasta siempre sueño mío, en alguna dimensión debió ser maravilloso"
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Feliz Año 2016
Hace 9 años