domingo, 7 de febrero de 2010

Inerte

Contemplando a través de la empañada ventana de su habitación esperaba una noticia que le hiciera salir del letargo en el que se encontraba. Después de varios minutos observando los dibujos que formaban las luces al paso de los coches decidió darse una ducha con la esperanza de transformarse en cualquier otra persona. Últimamente demasiados hechos acosaban su rutina, demasiadas coincidencias y decepciones que no hacían más que insultar a sus inestables esperanzas a las que se agarraba como a un clavo ardiendo. Seguiría esperando señales de un futuro más claro. Esperar se había convertido en una de sus especialidades: no todo el mundo tenía la paciencia necesaria para dedicar una vida entera a la espera, a la contemplación, al sueño de mejores recuerdos.
Axel respiraba con gusto el cálido vaho del agua que recorría su cuerpo ahora renovado. Con el dedo dibujó un triángulo sobre el espejo sin esperar encontrar ningún significado especial. Secó la melena lo justo para que no goteara demasiado y salió medio vestido, disfrutando aún de la humedad caliente del ambiente que había creado, recordando las gotas de lluvia que salpicaron su cuerpo uno de los mejores días de su vida. El móvil seguía ahí, tranquilo, inerte, conectado inútilmente a la red de su operadora. Terminó de vestirse y volvió a mirar por el cristal, la calle seguía igual, los coches seguían dibujando senderos en el aire con sus luces. Y así se quedó, tranquilo, inerte, perdido en los entresijos de su cerebro, con los sentidos anestesiados y la consciencia aletargada. Ahí se quedó, esperando la noticia, esperando sonreir.

1 comentario:

  1. Era imposible dejarte un comentario tan largo...

    http://duquesapantera.blogspot.com/2010/02/ti.html

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