sábado, 23 de abril de 2011

Juego de estrategia


Dama a H5. Intento concentrarme pero apenas puedo comprender el movimiento que acabo de recibir. ¿Por qué está todo tan borroso? Ya no sé ni qué tipo de droga llevo encima, este fin de semana va a acabar conmigo. Tengo la mente difusa, observo a la persona que está delante de mí. Está sentada con las piernas cruzadas sobre la silla de mimbre acolchada mientras sujeta entre sus dedos la chusta de lo que probablemente haya consumido yo también y ya ni recuerde. Recordar... vaya, estaría bien que me acordara de su nombre antes de acabar esta partida, es una hippie de pelo corto bastante atractiva, o quizá moderna... bah, ya me da igual.

Peón a G6. No me siento con espíritu para atacar pero no pienso rendirme, vas a tener que luchar por conquistarme, soy muy cabezón. Me mira y me sonríe, da una calada rápida y me lo pasa rozando nuestras manos, juraría que ya me he acostado con ella y ni siquiera de eso puedo estar seguro. Sus ojos me están gustando. Observo alrededor, estoy a la sombra de una terraza, es posible que sea el ático ya que puedo ver el techo de los edificios.

Alfil a B5, jaque. Ahora me sonríe maliciosa.
-¿Sabes? Siempre he querido destruir una religión, aunque sea una de esas pequeñas, una secta o algo así. Quiero conseguir que la gente piense por sí misma.
Sus palabras se contradicen ligeramente y, aun así, no tengo ganas de discutir. Es muy guapa y tiene una voz bastante dulce. En el fondo a mí también me gustaría destruir una religión pero sólo por mi propio placer y orgullo. Dejando ese jaque sobre el tablero me acerco al borde del balcón, estiro mis manos y, sintiendo el calor del sol sobre mi blanca piel no puedo evitar pensar en cuánto me gustaría hacerle el amor allí mismo. No he terminado de pronunciar esa idea en mi cabeza cuando, acercándose desde atrás, me abraza, me besa y me hace sentir absolutamente derrotado. Desprende un olor suave, no lleva sujetador y su aliento es dulce. No sé cómo será en la cama pero, desde luego, sabe jugar muy bien al ajedrez.
[...]