viernes, 3 de septiembre de 2010

Visitante


Cerré los ojos, conté hasta diez y los volví a abrir; no sirvió de nada. Maldito monstruo, al menos podría ser simpático, hablarme o hacer algún gesto pero no, él estaba ahí, a mi lado, callado e inmutable. Ni siquiera podía sentirme acompañado, daba igual cuánto le dijera o le preguntara, el silencio era siempre su respuesta, su función.

Lo extraño es que no me sorprendió que apareciera, desde el primer momento sabía que yo era la única persona que lo podía ver, así que tampoco supuso un cambio demasiado radical en mi rutina, aunque poco más logré adivinar de él. Eso sí, tenía buen gusto musical. El único gesto que atisbé en su rostro me llegó al escuchar "Karma Police" de Radiohead, una suave sonrisa de aceptación me pareció suficiente razón para seguir escuchando la discografía. Siempre pensé que, lo mejor, en caso de tener un monstruo, sería mantenerlo contento.

Estuve un tiempo pensando en ponerle un nombre, pero ya que como mascota era bastante sosa, lo dejé anónimo. Total, siempre que le hablaba estábamos solos, y él siempre estaba conmigo, a mi alrededor. Eso fue otra de las cosas que me sorprendió, su posición. Si veía la tele se quedaba a un lado pero, si me ponía a estudiar, en seguida se colocaba frente a mi mesa, observándome desde el frente. Menos mal que los que estaban a mi alrededor pensaban que mi mirada al infinito la usaba para memorizar, ya que alguna vez que otra intenté mantenerle la mirada fijamente. Estúpidos ojos hipnóticos, profundos y negros como el tizón. Siempre me observaba, incluso mientras dormía. Dormir era lo más complicado. No le bastaba con mirarme, en los momentos de acostarme se quedaba dando vueltas a mi cama, daba igual hacia dónde apartara la mirada, siempre estaba ahí, acosándome, desvelándome, volviéndome loco hasta caer rendido por puro agotamiento.

Pequeño monstruo anónimo, y pensar que en el fondo te he cogido cariño y todo, supongo que es una especie de síndrome de Estocolmo, de masoquismo. Tus ojos me siguen intrigando, así como el halo de oscuridad que te envuelve constantemente. Yo sé que no eres real, sé que no eres más que una representación que ha hecho mi cerebro debido a una enfermedad mental y, sin embargo, no puedo dejar de pensar en ti cuando no estás y de odiarte cuando apareces.

Ser predecible y cabezota, eres constante hasta el final. Eres frío aun causando en mí toda esa mezcla de sensaciones que sólo tú eres capaz de conseguir. Eres una lacra en mi vida, eres ironía, eres, sin duda, sentimiento.
-¡Sentimiento! Ya está. ¡Por fin lo decidí! Por fin lo he conseguido: tu nombre no debe ser otro que Soledad. Tú eres el que viene a mí cuando menos lo necesito, tú eres el que me acompaña en todos esos momentos tan inoportunos. Por fin te he reconocido. Pues espero que te hagas a otros grupos musicales, creo que vamos a pasar una larga temporada el uno junto al otro, otra vez.

4 comentarios:

  1. llego septiembre y con septiembre hay que ponerse al dia,que se supone que hemos tenido un veranito entero para ir cargando pilas. y yo no me olvido de que tenemos algo pendiente,asi que, señorito calexiano, cuando usted vea conveniente necesito que me refresque la memoria con ese relatito suyo que seria grato ilustrar para cierto fanzine murciano ;)
    y que en cuanto me mes luz verde me pondre a trabajar en ello, que sabes que el tiempo siempre ha sido oro para mi (y no me queda mucho,ni de lo uno ni de lo otro jajaja)

    pues eso, ya estamos en contacto ;)

    un besito loco del pelo rojo!

    ResponderEliminar
  2. Ey, lo he leído y reconozco que me ha gustado... me reconozco ahí aunque ahora mismo no es mi momento.
    Ojalá pudiera llamar y decirte: "Eh! vamos a ese bareto de la esquina, el irlandés, donde pedirnos una birra, que nos pongan el Kid A o el Hail to the Thief, o el que más te guste, y reirnos de las cenizas mojadas de la vida".

    Si al releerlo luego tengo otra impresión, te vuelvo a escribir. Ánimo!

    ResponderEliminar
  3. muy chulo tu relato. muy gráfico y muy original. me ha gustado mucho. no he podido evitar imaginármelo como el monstruo grande, verde y lila de Monstruos S.A., pero más oscuro, como siempre en sombra...

    ResponderEliminar
  4. http://laynaspeedy.blogspot.com/2007/10/la-felicidad-de-cada-da.html

    ResponderEliminar