Vendido al mejor postor de la lógica más ilógica veo cómo mi extravagante y buscada amante felicidad se aleja llevada por la resaca del mar de mi conciencia. Pasivamente observo cómo se distancia, sin despedirse, con una leve sonrisa de complicidad compadeciéndose de ella misma, simétrica a mi situación. En realidad nadie se mueve, nadie se levanta, pero ya no llego a agarrarte de la mano. El apocalipsis ha llegado, la tierra se ha partido en dos justo entre nosotros y ni siquiera nos hemos dado cuenta hasta que mis palabras ya no llegaron a tus oídos, perdiéndose en un abismo de lava, lágrimas y dolor.
Da igual hacia dónde mire, estoy solo. Te busco en la fragancia que dejaste entre mis dedos, intento guardar tu presencia para el resto de la eternidad y siento pena al darme cuenta de que perdí el olfato hace ya mucho. Mierda de sentidos aletargados, mierda de reproches que se multiplican en mi cabeza. Demasiado tarde me llegan las respuestas perfectas, los actos irreflexivos que me hubieran dado alguna oportunidad de volver a sonreír. Soy, emocionalmente, una veleta mal ajustada. Soy un ser mediocre al que ni los aires altivos pudieron alzar sobre su propia sombra.
Vuelvo a estar agazapado, con la cabeza entre las piernas, observando la oscuridad que mi propio cuerpo crea. Intento encontrarme a mí mismo, intento saber quién soy en realidad antes de perder la poca cordura que me queda. Desconozco si a mi alrededor llueve, arde o truena. No hay nada más, no hay nadie más. Oscuridad, perpetua oscuridad que me proteges, lugar seguro que jamás deseé mas sin embargo llegué a añorar. Fiel amiga, ¿por qué sigues junto a mí? Intento evitarte y me consigues, una y otra vez, siempre en el mismo círculo vicioso. Ya no sé qué hacer, no sé si ser feliz es realmente mi meta o lo es este eterno purgatorio. No sé si gritarte funcionaría, no sé si obligarte es la solución. Indecisión, espera... flor que se marchita. Apenas quedan un par de pétalos de esa rosa que me ampara.
Yo soy la bestia, el licántropo atrapado, el final alternativo. El final lógico.
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