lunes, 25 de enero de 2010

Trovadores condenados

24 Febrero 2006. 1:26 A.M.

Desolado, tristemente enamorado. Engañado entre las sábanas del adios que nunca llegó. He olvidado lo que significaba sonreir y aún no he acabado de escribir lo que quiero transmitir. Soy un trovador, un viajero sin rumbo ni perfil, un músico que no encuentra plaza donde ir. Vagando de sueño en sueño, raptándote a cada anochecer. Me perteneces. Sé que no es real, pero jamás podrá ser de otra manera. Olvida todo aquello que sentiste, todo aquello que recuerdes de mí. Asesíname en tu mente, atraviésame con el látigo de tu desprecio. Qué hacer cuando la luz que creías ver al final se desvanece? qué hacer cuando sólo queda dejarse arrastrar por el implacable tiempo que nos conduce rio abajo? Se me ha cansado el brazo de mendigar, no me queda saliva para pedir el perdón divino. Mi hogar es mi cruzada, mi destino es mi condena. Soy malo, y lo digo con la cabeza a punto de caer, pero lo digo. Soy aún peor de lo que haya sido jamás, los espejos se han cruzado con la sangre de mis labios y han rajado la esperanza de ser yo. La crueldad del castigo impuesto, la mortificación del cuerpo incorrupto de mi infancia. He muerto sin nacer, he nacido sin vida. He sobrevivido a mí mismo, pero he sido asesinado, por quién sino por otro ángel condenado. Desde el calor de mi infierno pido silencio por los que me acompañan en este solitario camino. No hay sombras ni seres en la oscuridad, son oscuridad en si mismos. Dejadme descansar de mí, dejadme dormir pensando en ti.

3 comentarios:

  1. Ya que no había comentarios, eres tan malo que, anda, anda, k me tienes contento bardo bastardo con esparto que huele a alcanfor.

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  2. anda y no estás obssesionao! me tienes a medio metro y me hablas por aquí... qué animal...

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  3. me ha resultado un poco difícil encontrar un texto en el que escribirte "algo"... jaja. siempre que leo un relato de hace tiempo me pregunto qué estaría pasando por tu cabeza en aquel momento.

    precioso el nocturno de chopin.

    un beso.

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